banalizando lo trascendente
trascendiendo lo banal
Hoy quiero hablaros de un libro fascinante. Aunque hace poco que llegó a mis manos, no es un libro reciente. Fue escrito por Hans Ruesch en 1950 bajo el título «Top of the world» y posteriormente fue traducido a diversos idiomas como «El país de las sombras largas». En España está editado por Ediciones del Viento.
El libro, que cuenta la vida de una familia de esquimales, es absolutamente delicioso. Por un lado está lleno de humor, de ese humor inocente tipíco de los niños y las personas sencillas, que con su lógica irrefutable dicen frases lapidarías que te hacen sonreir, pero que cuando las piensas con detenimiento te das cuanta que dicen verdades como puños.
Por otro lado el drama, que está siempre presente a lo largo del libro. Pero es un drama matizado, supeditado a un interés superior: la supervivencia. La historia está salpicada de visicitudes que escandarizarían nuestra mente occidental: los ancianos que son abandonados a su suerte (o mejor dicho a su congelación) cuando ya no son productivos, las niñas que son dejadas morir nada más nacer si no ha nacido un varón primero o si no tienen ya un marido previsto para casarlas (lo que lleva a otra costumbre: la de prestarse las mujeres, por lo escasas que son). En el libro los personajes las viven como simples anécdotas, con normalidad o con alegría incluso. Consecuencias lógicas de la vida en un clima extremo.
Y el último elemento de la historia es el colonialismo y la invasión cultural. Cómo nuestra cultura occidental tiende a imponer nuestras costumbres y crecencias, arrasando y menosprenciando a las del lugar y destruyendo la armonía entre sus habitantes. Y cómo cuando esa invasión produce el único resultado posible: el dolor, todavía seguimos pensando que es por culpa de aquellos que no ha querido o no han sabido adoportar nuestra cultura.
Os dejo, para que os pique el gusanillo, un pequeño fragmento extraído de la priméra página:
Ernenek nunca había tenido una mujer própia, porque era joven y porque en los hielos del extremo norte escasean las mujeres tanto como abundan los osos; sin embargo, conocía la importancia de tener una mujer propia, hábil en raspar las ropas y en confeccionar calzado, y con la cual podía uno charla durante la noche.
Sobre todo donde la noche dura cinco meses.
En resumen, un libro muy recomendable, de lectura casi obligada.
Chocolate y ron es el blog personal de Abel. Un pequeño cajón desastre sobre música, literatura, gastronomía, humor, arte y en general todo aquello sin lo que, aún siendo posible sobrevivir, la vida resultaría insoportable...
emiliano
25 de diciembre de 2009 a las 00:28
Estimado Abel: estoy terminando de leer el libro -en lectura colectiva con mi compañera- y comparto cada una de tus lecturas. Sin más. Por ello me gustaría saber -preguntarte- cuál era la vinculación del autor con el mundo que describe. El caracter supuesamente antropológico del libro, ¿es tal? ¿Vivió Ruesch entre los Hombres que describe? En esta red en donde supuestamente está todo, estos datos no aparecen. Espero me puedas responder (y también a los potenciales lecores de «El país…»). Desde el interior de Argentina, un abrazo freterno. Emiliano B.
Raúl Pérez Hansen
10 de marzo de 2010 a las 20:03
A fines de la década de los 60 conocí en Salta, Argentina, a un médico tío de mi esposa (Aino Christensen), llamado Arne Hoygaard, quien ya en 1931 había publicado un libro «Ajungilak», o «A través de Groenlandia», región que cruzó de este a oeste durante dos años. Ese libro fue publicado en idioma español en 1976 (Argentina) bajo el título de «Detrás del cinturón de témpanos» del que poseo un ejemplar.Habría que comparar su contenido con «El país delas sombras largas». Mi email: rapeha@gmail.com
Urko
8 de agosto de 2012 a las 18:41
Me ha gustado muchísimo, pero también me ha dejado un poso amargo.
Lourdes
26 de agosto de 2012 a las 20:17
Me encantó la reseña… ¡Para mí también fue un libro totalmente delicioso! Les recomiendo leer El regreso al país de las sombras largas, que esa continuación de este maravilloso libro (grancamente esperaba que existiera el tercero) ahora quiero ver la película protagonizada por Anthony Quinn 🙂
Saúl César
15 de diciembre de 2014 a las 18:41
Me deja mucho material para reflexionar. Desde la capacidad humana para sobrevivir en las peores condiciones, hasta la solidaridad con sus semejantes inmediatos y, como contra parte el vivir la colonización de otra cultura que les invade y somete.