Si eres ochentero como yo seguro que te pasaste tardes enteras en tu habitación enganchado a tu Sega/Nintento/NeoGeo (táchese lo que no proceda) para pasarte algún juego y acabar diciendo aquello de «¡¡¡¡¿¿¿¿Todo esto para esta mierda de final????!!!!»

Y es que los juegos eran como la vida, muy divertidos de jugar aunque al final siempre te quedaras con ganas de más. Pues bien, ¡da gracias de que no te lo contaran todo! El final completo era peor todavía: